Padre Constantin Coman (Entrevista): „El hombre debe ser muy hombre, y la mujer-muy mujer”

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Material realizado por Virgiliu  Gheorghe, Revista Familia Ortodoxa

 

¿Porqué siempre hay más conflictos familiales, peleas y divorcios? ¿Porqué a veces regresamos a casa con el sentimiento de tener obligaciones y nuestro esposo/esposa no viene a recibirnos, sintiendo de repente lo mismo? ¿Porqué el lugar más cálido para el hombre, su hogar, se está tranformando en un campo de batalla del poder y de la ambición? Hay muchas preguntas acerca del estado familial de nuestros tiempos, de cuya respuesta depende, posiblemente, la felicidad de muchas familias y, seguramente, la vida de todos los niños que pertenecen a ellas.

El tema es muy importante para que sea explicado en unas hojas, pero hemos empezado esta investigación junto con el padre Constantin Coman, un conocido profesor, un verdadero pedagogo y, más que esto, el padre confesor de miles de familias.  La palabra puede ser menos provocadora, pero siempre la verdad ha provocado a los que aman con el corazón el espíritu mundano – pero dio alivio, descanso y cura a los que verdaderamente lo buscaron a El…

– Padre, vemos a nuestro alrededor muchos conflictos y peleas en la vida de familia y divorcios. ¿Porqué cree usted que pasa esto? Y el número de divorcios siempre crece cada año en Rumania, al menos 5 porcentajes al año.

– Yo creo, por una parte, que los responsables son los factores externos, que son representados dentro del contexto histórico, del tiempo presente, de la sociedad, de la cultura-y claro que no debemos acentuar las peculiaridades de nuestros tiempos y de la cultura autoritaria, porque estos aspectos son accesibles para todos. Hay mucha libertad y abuso de libertad…La libertad de las fronteras trae consigo un aislamiento, es decir “la oportunidad” del hombre de ser “invisible”, de ya no pertenecer a una sociedad cerrada que es visible. Y el hombre cuando se pierde, se aísla de muchas cosas, se vuelve adicto a muchas impotencias…Después, existe esa autoridad del individuo, de los derechos del hombre. Las tentaciones del hombre superan los límites, para que este pueda satisfacer sus más oscuras y escondidas pasiones. Las tentaciones han existido desde siempre, pero en estos tiempos superan los límites y esto pasa debido a esta libertad, debido a los medios de comunicación y en especial, al Internet, que ha invadido el “cuarto oscuro” de cada uno de nosotros. Nunca antes había pasado esto: que el hombre, en su más profunda soledad, tenga acceso a todo el espectáculo pornográfico, excitante y destructivo al mismo tiempo. Este es, creo yo, otro factor muy destructivo y representa la gran  victoria del enemigo.

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„La crisis  familial  es  la  crisis  personal”

Pero el factor determinante es, por último, el hombre mismo, dentro de sí mismo. La gran batalla tiene lugar adentro. Y la situación de las familias o, como mencionamos antes, la evidencia del crecimiento de divorcios, se debe a la crisis personal. Por consiguiente, la crisis familias es la crisis personal. Estoy convencido de esto, porque el Evangelio de nuestro Salvador Cristo no acentúa la institución de la familia – su mayor acento está en la persona. El mismo Salvador Cristo no se preocupa por el problema de la familia, como tampoco se preocupa por otras instituciones, sociedades, fundaciones e organizaciones. El se preocupa por la persona como humano, a quien llama a sentarse con sinceridad frente a El y a sus prójimos.

Y presentarse sano y sinceramente frente a Dios y a los demas, transforma al hombre en una persona consciente de sí misma y responsable. Por consiguiente, el respeto hacia la persona crearía una familia sana, igual que la crisis personal genera la crisis de la familia, como cualquier otra crisis-porque no solamente existe la crisis de la familia, sino también observamos una crisis de las “familias” mayores, como las comunidades rurales, comunidades de parroquias, la crisis del pueblo, de la consciencia de la nación, etc.  Pero, claro, la familia no se confunde con ellas, es un asentamiento absolutamente especial, que es parte de la creación de Dios.

De esta manera, si quisiéramos abordar con seriedad la situación, la gran inversión deberíamos hacerla para despertar a la persona. Es una gran desilusión creer que nuestra situación depende absolutamente de los factores externos (de la familia que nos ha criado, de la educación, de la escuela, del jardín infantil,  de la Iglesia, del estado, de los tiempos.) Teniendo estas convicciones, ya no hacemos ningún esfuerzo personal para cultivar las virtudes, como dicen los Santos, y luchar contra las tentaciones. Porque, si el hombre no tiene equilibrio desde este punto de vista- de dominar sus propios instintos primarios-entrará en la familia sin estar preparado y vulnerable y, en consecuencia, su familia no durará mucho. Un buen monje sería también un buen padre, como un buen padre sería un buen monje también, en el sentido de la preparación que cada uno dispone para formarse.

El hombre no está preparado para tener una familia, en especial para dominarse y ser consciente de sí mismo. Yo les digo: “Hermanos, la familia significa unir al hombre con la mujer, y para ser unidos a un nivel avanzado de consciencia, el hombre debe tener la consciencia de la naturaleza  de un hombre, muy profundo y completo y la mujer-la consciencia de la naturaleza de la mujer.” Pero yo estoy probando las personas, así como lo hacía cuando estudiaba en la facultad, y me percaté de que casi nadie puede describir su propia personalidad, decir cuáles serían las peculiaridades del espíritu del hombre, más allá de la anatomía, porque ésta es visible, pero el espíritu del hombre no se define por la anatomía-y así se define también el espíritu de la mujer.

Y, el siguiente paso: si existe una especifidad del espíritu, cual es evidente, entonces debe existir también una vocación específica, que proviene de la personalidad. Hay una falta de preocupación casi total hacia este tema. El hombre no es profundo, no encuentra su lugar en su propia naturaleza -esta es una palabra que pienso que es muy adecuada. Y para la unión, el hombre debe ser muy hombre, tener una consciencia total de su carácter de hombre, y la mujer muy mujer, tener una consciencia acerca de su feminidad. Cada uno tiene que activar su carácter -porque si las personalidades se mezclan, si están bajo la presión de las decadencias, las tentaciones, las pasiones, las degradaciones, es evidente que la unión está condenada a romperse. Por eso digo que la mayor inversión, como también la responsabilidad, es un problema personal del que está consciente de si mismo.

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„Te  tropiezas  con un “muro”,  como igual tú puedes ser un “muro” para el otro”.

– Vamos a explicar con más detalles lo que significa una “relación personal”. Los hombres ya no saben lo que significa “persona”.

– ¿Por qué ya no saben?  Porque no meditan y hacen introspecciones a sí mismos para ver lo que significa “yo” como presencia personal. Cuando me refiero a la persona, esto significa un sujeto humano con consciencia personal. Cuando alguien tiene la consciencia personal, esto significa que tiene la consciencia de que existe frente a otro, que habla con el otro, que existe para los otros, para el mundo entero y claro, que habla con Dios. Diálogo no significa hablar, sino una relación personal, que empieza desde la simple comunicación y termina con plena unión en el amor.

Por eso, una persona es un sujeto humano consciente de su posición. Antes que todo, consciente de la riqueza de su propia existencia.

Claro, una persona madura, debería ser consciente tanto de los dones como de las faltas de su propia personalidad: hay faltas y dones del hombre en general, pero también hay dones especiales, como faltas especiales.  Una persona madura debe ser consciente de estas cosas, para aprovechar sus dones y mejorar sus faltas, fortalecer su lucha contra las tentaciones anormales, oscuras a veces, decadentes de adentro-la lucha contra el pecado, si la quieren llamar así. ¿Cómo podrás cometerlas, si no tienes la consciencia de estas cosas, si le preguntas al otro al confesarse y no tiene la consciencia personal, no se puede expresar bien y siquiera ha intentado leerse a sí mismo más profundo? – preguntar acerca de su espíritu, es decir acerca del lado más oscuros de las intenciones, de las pasiones, de las tentaciones, ¿qué le atrae, qué le gusta, qué no le gusta y por qué?

Muchos jóvenes son absolutamente anulados por la sociedad. Por una parte, viven exclusivamente fuera de ellos mismos, perdidos en el espectáculo del mundo, y por otra parte son anulados por la autoridad de los padres, de la escuela, de la ley, de la enseñanza, etc., y ya no se concentran hacia ellos mismos, ya no tienen el reflejo de la decisión personal que viene de su mundo interior.  Son unas personas que se adaptan a unas cosas exteriores, que buscan las respuestas afuera, a diferentes autoridades. Claro, nos adaptamos a las cosas exteriores,  pero teniendo consciencia personal al hacerlo. Y esto, creo yo, es una gran falta del ejercicio del hombre para meditar hacia sí mismo: que la mujer y el hombre asuman cada uno su consciencia personal específica. Esto es una persona. “El espíritu del hombre” como dice San Apóstol Pablo, “conoce lo mejor lo que es del hombre.” Corintios 2:11. El espíritu del hombre- y ese espíritu del hombre creo yo que representa el resumen de la consciencia personal- debería invadirlo hasta la última célula.

Yo comparo esto con el despertar del cual hablan los Padres Nepticos -exactamente con esta zona del despertar de la consciencia humana, que representa el despertar del espíritu personal y cual se manifiesta con la capacidad incrementada del hombre de participar a la realidad, de participar al encuentro.  Te encuentras con alguien y ves que tiene una cierta energía, una cierta energía personal y te encuentras con alguien que es como piedra, que no transmite nada. Te tropiezas con un “muro”, como igual tú puedes ser un “muro” para el otro. Este problema es esencial para la unión del hombre con la mujer, como también para el encuentro con otras personas, porque si no hay personas con un cierto despertar interior, no funciona, se limita solamente a las necesidades impersonales, del cuerpo, de los instintos – de hambre, de ayuda, de reproducción, etc., y esto no puede durar mucho, no puede ser ventajoso ni para el uno ni para el otro.

Por eso las personas se aburren rápidamente una de la otra. Es difícil llevar al otro si no tienes una participación al encuentro con él. De esta manera, antes que todo- el misterio de la persona, yo creo que es la base de cualquier unión, por eso yo “me encuentro a mí mismo” en la actitud del Salvador Cristo, Quien no se preocupa por las instituciones, sino por la persona humana y creo que en ella también encontramos la fuente de todas las impotencias y males en todos los niveles de existencia humana, como también allí estaría la solución para recuperarlo todo.

 

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„Vemos claramente que la mujer significa una cosa y el hombre significa otra cosa.”

– ¿Qué significaría en realidad una buena relación con el otro, una relación sana con el otro dentro de la vida de familia?

– Yo creo que lo esencial es que cada uno asuma el específico de su vocación, y respectivamente de su contribución a esta unión. El hombre debe ser muy hombre y la mujer muy mujer, como mencionaba. ¿ Por qué digo esto? Porque esta mentalidad ya no existe, esta perspectiva de tener algo específico ya no existe-aunque nos percatamos y vemos libremente, sin gafas y lupas, que la mujer significa una cosa y el hombre otra cosa. La mujer es diferente, por su mismo modo de mirar, de sonreír, de hablar, hasta su última célula, y el hombre es diferente-de aquí el más sencillo razonamiento nos obligaría a establecer una cierta peculiaridad del espíritu de la mujer y una cierta peculiaridad del espíritu del hombre. De esta manera, si estuviéramos de acuerdo en esto, la condición esencial para empezar bien sería: cada uno debe asumir su peculiaridad específica del carácter y de la vocación.

 

„El hombre sabe dominar  y la  mujer sabe someterse.”

– Ahora, ¿qué significaría esta especifidad?

– Tengo esta convicción, después de mucha experiencia y análisis que hice-desde que era pequeño tenía esta curiosidad, saber cómo van las cosas y porque funcionan o no funcionan de una cierta manera, o porque no funcionan cuando deberían funcionar y tengo en mi mente muchas familias, empezando con la familia de mis padres, de mis hermanos, mis vecinos, etc. y hasta que llegué como padre confesor, tener miles de familias; he llegado a la conclusión que existe una vocación, una contribución, es decir específica para los hombres, que sería, por consiguiente, asumir la autoridad, o mejor dicho, la responsabilidad. Yo creo que el hombre tiene el don de la tiranía, no en sentido mundano, sino en el sentido de que, en su espíritu, tiene el don de dominarse a sí mismo más que la mujer (desafortunadamente no trabaja en eso, pero esto es otro problema), esta siendo la razón por la cual la mujer viene hacia él, busca un apoyo en él, creyendo que es el dueño de la situación. Pero muchas veces el hombre, desafortunadamente, desilusiona las esperanzas de la mujer, porque ella no trabaja y no activa su don de dominarse a sí misma. Pero creo que ésta es la vocación específica del hombre.  Y la vocación específica de la mujer es de someterse al hombre. La mujer tiene el don de someterse. Es un gran don y requiere mucha fuerza. No es fácil someterse, hacer caso al hombre.

Por consiguiente, cuando hay dos, como en el monasterio, no puede haber dos cabezas, debe haber una sola. Y esa es el hombre, como dice el San Apóstol Pablo: “la cabeza de la mujer es el hombre.” Y dice después: “la cabeza del hombre es Cristo” Corintios 11:3 y así sigue. Yo tuve esta experiencia al Monte Athos, estando con los padres de allí: he visto que donde hay dos o más, debe haber una sola cabeza- en el sentido que ese asume la responsabilidad de gestionar todos los trabajos de su comunidad y los otros se someten, obedecen.  Esta cuestión, en cuanto al hombre y a la mujer, se refiere al carácter. En el monasterio no se refiere al carácter. Yo creo que el hombre es llamado a dominar, en el buen sentido, a gestionar los trabajos, a tener responsabilidad, a manejar y la mujer es llamada para obedecer al hombre.  Donde pasa esto allí hay paz, alegría y desaparece la tensión, porque los dos espíritus se juntan en su especifidad.

– El hombre está tranquilo sabiendo que la mujer es mujer y la mujer se tranquiliza sabiendo que el hombre es hombre.

– Pero el hombre tiene la tentación de renunciar a esta vocación, porque es difícil dominar. Tener responsabilidades es lo más difícil. Debes decidir-seguramente no decides libremente, no decides de manera abusiva o egocentrista, decides tomando en cuenta al otro también. La más alta forma y el mayor apoyo de tu decisión es el amor para el otro. Por consiguiente, tu decisión debe contener el sacrificio para el otro, pero esto no significa que la decisión no es tuya. La mujer obtendría  también lo que quiere, en un nivel más alto, como regalo del hombre, no como una demanda de ella. De esta manera el amor aparecería y el hombre se sacrificaría a sí mismo al momento de decidir- no decide solo, de manera egocentrista, sino que decide por amor a la mujer-y decidiría como regalo para mujer, y la mujer recibiría el regalo, recibiría mucho más de lo que demandaría con peleas o con conflictos. Pero el hombre, para llegar a este nivel, para ser una persona madura, llena de amor, asumir la responsabilidad, debe mejorarse, madurarse -y eso raramente pasa.

– Que se domine a sí mismo, que sea moderado.

– Exactamente. La más vulnerable forma por la cual el hombre manifiesta su falta de dominación es la del cuerpo, evidentemente en la relación con su esposa- y entonces la esposa, que espera de él un hombre seguro de sí mismo, constata que le falta la autoridad de su propio cuerpo. Ahora el hombre pierde el examen frente a su esposa y ella ya no lo cree. La mujer expresa esto o no lo expresa, lo concientiza o no-pero, en lo más profundo, él ya no vale algo frente a su esposa, ya no es el hombre que ella esperaba, fuerte, porque, de manera vulnerable, él pierde examen tras examen, el de la falta de dominación del cuerpo.

Yo no hablo de los libros, les cuento directamente de mis experiencias de confesiones. El hombre que no tiene dominación de su cuerpo-claro, nos referimos a la relación sexual con la mujer, pero el que está también dominado por la gula de su panza, por el sueño y por los otros-le demuestra a su esposa que es un hombre sin éxito y llega a ser la causa de degradación de su esposa.

– Ella pierde el respecto por él.

– Pierde el respeto, el aprecio…No puedes amar lo que no aprecias. Pero tampoco puedes apreciar lo que no tiene precio.

 

„ ¿Quieres  ser  feliz? ¿Amas a ese chico?”

Ahora hablemos de la tentación de la mujer. La vocación de la mujer es obedecer al hombre y su tentación es no obedecerlo – y la vemos siempre y aún más si está influenciada por esa impotencia del hombre, entonces la mujer, muchas veces, de manera paradójica, se instala y dirige con sus propios instrumentos femeninos: con su mente, con su intuición, con sus tentaciones – se instala y, de esta manera, se produce el más destructivo y degradante cambio. La mujer, en vez de obedecer, domina-y el hombre en vez de dominar, obedece. Es un cuadro degenerado tanto para el hombre como para la mujer. La mujer tampoco amará a su esposo obediente y el hombre tampoco amará a su mujer dominante. Esto es la ley. Visible con los ojos abiertos…Porque es anormal, es el cambio de las situaciones, el cambio de los espíritus y es evidente la caída de los dos.

Yo les digo estas cosas cuando cometen pecado, cuando ellos vienen, antes de casarse, el hombre con la mujer. Primero viene ella, empieza a hablar antes que él, le adelanta dos pasos y te das cuenta de inmediato que hay riesgos. He dicho a muchas chicas: „ ¡Presta atención! ¿Quieres ser feliz? ¿Amas a ese chico?” „ ¡Sí!” „ ¡Pero no hables tú antes que él! ¡Haz esto y estarás bien!”. Como en el Patericon. ¿Han leído el Patericon? Los Santos dicen una sola cosa: „ ¿Qué hago para mi salvación?” Dicen: „Callar” o: „Comer medio pan” – cosas muy sencillas, pero que expresan todo el universo de la existencia humana. Les digo: „ ¡Ya no hablen antes que él en ninguna situación!” Tuve la satisfacción de ver que se cumple esto en algunos casos, pero muy raramente.

Por consiguiente, la mujer, si modelara su voluntad de obedecer, determinaría al hombre también que se establezca. Y si tuviéramos que mencionar las faltas, los errores del hombre, la dominante es la comodidad. La comodidad significa renunciar a la responsabilidad de dominar. Para dominar debes vigilar, debes estar despierto siempre, porque tú manejas, tu diriges, manejas una casa, una familia con hijos, con responsabilidades, y sea dónde vas tienes que estar despierto. Entonces su tentación es la comodidad. La tentación de la mujer es la hiperactividad. Justo porque ella debería obedecer…

– Y ella se enferma de los nervios.

– Y ella se enferma de los nervios y él, por supuesto, se enferma de mucha pereza y de haber renunciado a su responsabilidad. Esta es la llave, según mi opinión. Claro que es una situación difícil de conseguir, pero si no tomamos en cuenta los datos concretos y fundamentales del problema, no llegamos a ninguna  conclusión. No llegará el hombre tampoco a un nivel de madurez y tampoco la mujer al mismo nivel. Por eso tenemos que apoyarnos recíprocamente. ¿Cómo nos ayudamos el uno al otro? Tú debes ayudar a tu esposa a estar en su lugar, el de una mujer obediente y la mujer debe ayudar a su esposo a estar en su lugar, el de un hombre responsable de todo lo que pasa, con su esposa y su familia.

 

„Déjalo  decidir. Así lo provocarás.”

La mujer puede apoyar a su esposo con ser obediente. Déjalo decidir. Así lo provocarás. Déjale a él las responsabilidades. No camines tú adelante. La mujer es más impaciente, es más activa, más ágil.  Tiene el don de trabajar, como todas las mujeres que son amas de casa, tienen que hacer cosas y terminar las cosas en el hogar. Debe criar a los hijos, debe ir a trabajar también, hacer varias cosas-pero le falta la perspectiva global e importante, que se refiere al don de obediencia. Para someterte debes tener una perspectiva del todo. Mi punto de vista-por el cual, probablemente las señoras me rechazarán-es que la mujer no tiene esta perspectiva del todo. Tiene solamente la perspectiva de una parte, del intervalo. Por eso su alma está aquí, pero no siempre ve el punto de ida y tampoco el punto de llegada. Este último pertenece al hombre, donde este lleva el barco y donde debería llevar su familia.

– El papel del timonero y del que trabaja en los motores: el motor funciona, pero el barco si no es dirigido correctamente, se chocará con las rocas.

El carácter del hombre es más contemplativo, por eso él no es tan activo- y el carácter de la mujer es menos contemplativo y un poco más activo, más trabajador. Yo siempre les digo: „Te parece que el hombre no hace nada, pero no es así. El piensa, medita, opera los datos.”  „Pero viene, se sienta y no hace nada”, dice la mujer. „No hace nada, sino que se aísla, se levanta encima de los problemas para ver su solución. La perspectiva del todo es la responsabilidad del hombre.” Me acuerdo como alguien me decía: „ ¿Cómo, Padre? Si yo veo que él no hace, lo hago yo.” „Lo harás, pero lo harás como mujer.” Se sintió ofendida. „Les doy un ejemplo”, dice, „tenía una casita en el pueblo y llovía por el techo y él no hacía nada”. „ ¿Y qué hiciste tú?” „Pues”, dice, „subí al techo para cubrirlo.” „Ves, lo hiciste como una mujer. Pero el hombre, ¿qué hacía?… El hombre estaba trayendo un profesional”, digo yo, así bromeando, para encender un poco las cosas.

Esto es un gran problema, pero no nos damos cuenta de esto casi nunca. Ningún hombre es tan perfecto y tampoco ninguna  mujer. Pero por lo menos debemos ser conscientes y como nos hemos casado por amor y para apoyarnos-entonces hay que apoyarnos en esto también. Yo debo ayudarle a ella a ser mujer en su feminidad y ella debe ayudarme a ser hombre en mi orgullo. Por consiguiente, esta es la segunda premisa fundamental: la voluntad de ayudarnos el uno al otro. Aquí reside la mayor ayuda, ayudarse el uno al otro para madurar: el hombre como hombre y la mujer como mujer.

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– Padre, ¿cree que fortalecer la vida de familia significa un desarrollo cristiano más fácil? ¿O el desarrollo cristiano sería el que da fuerzas y estabilidad a la vida de la familia?

– Recíprocamente. Claro, un hombre cristiano, verdaderamente cristiano, tiene una gran capacidad de amor y sacrificio, estas siendo las premisas fundamentales de la unión del hombre con la mujer y de cualquier otra unión. De igual manera que el ejercicio de la familia es la manera más adecuada para el desarrollo cristiano, para mejorar.  Si no practicas el ejercicio del amor, del sacrificio, de la paciencia, de la solidaridad, de la comprensión, de la calma con tu esposo o esposa, entonces ¿con quién lo harás? Es la gran provocación, según mi opinión: quien falla este examen se ilusiona con que puede dar al otro, porque el mandamiento de nuestro Salvador es amar a nuestro prójimo, y el prójimo es nuestro esposo o esposa. El más cercano es nuestro esposo o esposa, evidentemente. Por eso es muy difícil. Desde la distancia “podemos” amar a las personas, pero a nuestros prójimos no los podemos amar. Este es el gran problema que acentúa la hipocresía del hombre. Con el más cercano prójimo, el que sopla a tu lado 24 horas de 24, te vuelves a descubrir a ti mismo, con tus dones y tus faltas y el otro lo hace igual.

 

„Seamos uno – tú con tu esposa y tu esposa contigo”

El problema fundamental de los dos, ¿cuál es?…El problema fundamental de la unión es sentir al otro que está contigo, que es cercano a ti. No solamente con el cuerpo. Seamos uno-tú con tu esposa y tu esposa contigo. Tu esposa debe sentir que te preocupas por ella, que la cuidas, que piensas en ella, que eres atento, que ella es tu primera preocupación. Cuando la mujer siente esto, ya lo has conquistado. Y el hombre debe sentir que la mujer se le ofrece plenamente, que lo tranquiliza, que va con todo su corazón hacia él.

Yo les digo y les digo directamente: el hombre abre sus alas cuando la mujer le ofrece amor y atención. Abre sus alas. Vuelve a vivir, se entusiasma. Da la vuelta al mundo cuando la mujer viene hacia él no solamente con el cuerpo, como ella piensa. La mujer cree que el hombre tiene obsesión con su cuerpo. He llegado a la conclusión que la obsesión del hombre para el cuerpo no es en realidad para el cuerpo, sino que representa la expresión de la frustración de que la mujer no es suya. No el cuerpo-ella. El hombre quiere sentir que la mujer es suya, y si la mujer no es suya, entonces él se vuelve adicto con la unión de los cuerpos, ilusionándose que el cuerpo es la prueba de que la mujer es suya.  Pero la mujer no es suya-le ofrece su cuerpo pero no su alma. Con el tiempo me doy cuenta que esto es uno de los problemas que destruyen la mayoría de los matrimonios: la relación corporal, si no está bien organizada.

– Pero no por su culpa…

– No por su culpa, evidentemente. Cuando digo “relación corporal” no me refiero al rendimiento técnico”, sino al hecho de que ésta debe tener su lugar bien definido en la relación de los dos, no sustituir la relación. En un momento dado, ella se transformará en un sustituto, representará el resumen de casi toda la relación.

Yo les digo a las mujeres, a las jóvenes chicas que se quejan de esta ofensiva de los hombres: “Ojo, ¡ustedes tienen la respuesta! Hay mil otras maneras, oportunidades, maneras de entregarse al hombre, hacedlo diferente.” Y esa ofensiva del hombre hacia la mujer disminuirá. Porque, de manera paradójica, el hombre siendo más contemplativo, ama a su cuerpo más y la mujer, siendo más natural, es más idealista.

He conocido también situaciones anormales, cuando la mujer no puede salir de sus fantasías, de su zona ideal, utópica. No puede encontrarse con su esposo, sino que vive solamente allí, en la zona del hombre ideal, de una imagen-robot. Por eso, cuando toca la piel del hombre, es agradablemente sorprendida. Por eso, de repente una de las causas de soltería, de las chicas que se quedan solteras, es esta: las chicas crean una imagen ideal, un hombre perfecto en sus mentes, y no pueden ver la realidad. Yo les digo insistentemente: “Chicas, el hombre de tu mente es guapo, pero no existe.” Entonces debes escoger entre estas dos opciones: un guapo que no existe y un feo que existe. Algunas quieren quedarse con el guapo de sus mentes y entonces aparece el gran conflicto. Al hombre puede sucederle también, pero raramente.

 

„Es mía, puedo hacerlo – tiene obligaciones.”

– Quisiera hablar más sobre un tema, y eso es de los jóvenes que se casan y entran en la vida de familia, ella pertenece al hombre y él es suyo y entonces aparece una falta de respeto hacia el otro, en el sentido de que la persona ya no recibe la atención, la delicadeza y el respeto de una persona digna de amar. Entonces la relación se estropea: el otro ya no significa “algo” para ti…

– ¿Saben de lo que me percaté? Representa lo que todo el mundo sabe, en realidad no es novedad. Es el efecto negativo de oficializar la relación, y para la pareja es como una garantía, una obligación, y cuando hablo con estas palabras, significa que la relación es muy estropeada. “Es mía, puedo hacerlo – tiene obligaciones.” “Es mío, puedo hacerlo – tiene obligaciones.” Estas palabras de obligatoriedad y de la garantía, asegurada por la firma y por la misa de la iglesia, estropean demasiado la relación. Hay otro aspecto que se refiere a la psicología humana destructiva. Lo que deseas y no tienes es más importante que lo que ya tienes. En este punto los dos deberían comprender que el otro no es tuyo, sino una persona libre-y siempre será libre y se entrega solamente si desea.

En consecuencia, resulta ser una confusión de la comprensión de las cosas-porque la persona humana ha sido creada por Dios libre, no la puede obligar ninguna institución y aún más, la Iglesia.

– Ni Dios la obliga.

– Ni Dios la obliga. Por eso San Apóstol Pablo siempre nos repite: “Todas las cosas me son lícitas.” – pero la traducción exacta es “todo lo puedo hacer”. No el “poder” como autoridad, sino como posibilidad. Esto significa la soberanía según Dios. El hombre es soberano. Está llamado para ser soberano. La gente cree, que si esta soberanía es aceptada, podemos aceptar también el libertinaje. No. La consciencia de la soberanía significa para el hombre la consciencia de la responsabilidad: “todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho.” I Corintios 6:12. Todo me es permitido, pero no todo me sirve, algunas cosas me sirven, otras me destruyen, pero yo no haré cosas que me destruyan.

Pero, desafortunadamente, en nuestra mente, estas cosas, estas instituciones- miren la boda civil, la iglesia que celebra la boda religiosa, que es muy importante – parecen ser más importantes que nosotros mismos: vivimos con la impresión de que afectarían nuestra libertad.

No nos deberían afectar. Nosotros somos igual de libres, pero la responsabilidad es mayor, el contexto es otro. Pero somos – o deberíamos ser – igual de libres. Igual de libre yo como el otro. Por consiguiente, debería funcionar no solamente el sentimiento de la propia libertad, sino también el respeto hacia la libertad del otro. Esto también representa una cuestión de educación.

Han habido tiempos en los cuales el respeto entre los esposos era muy importante, le respetabas la libertad al otro, su intimidad y muchas otras. Ahora el mundo ha caído mucho desde este punto de vista. Hablo de una educación básica, que se puede observar en muchos aspectos de la vida. Por consiguiente, esta relación  impersonal con el otro, visto como un objeto, para oficializar el matrimonio, da lugar a la destrucción, a una inercia negativa, a la rutina. Representa la psicología de los derechos individuales, que de manera errónea se aplica también a las cosas, no solamente a las personas.   Una cosa que te regalan es tuya de “derecho”.

– El cree que tiene derecho, pero que el otro no lo tiene. Solamente él tiene derecho hacia el otro.

– Sí. Pero el discurso del San Apóstol Pablo sobre esto es fabuloso. El excluye la idea de “derecho” entre los esposos y propone la idea de la entrega total hacia el otro. Al hombre le dice que él no es dueño de su esposa, sino la mujer-y a la mujer le dice que ella no es dueña de su esposo, sino su esposo, en conformidad con I Corintios 7:4. Esto cambia totalmente el problema. Pero, como decíamos al principio, si nosotros no tenemos consciencia de las cosas básicas, entonces, desafortunadamente, tampoco tendremos de las cosas que nos parecen obligaciones. Y así las cosas se destruyen. Para no hablar de las formas más extremas y de la violencia…de estas ya no hablamos, ya no los tenemos en cuenta. Tomamos en cuenta solamente este espíritu de obligatoriedad que nos mata.

 

„La solución viene de adentro”

Pero hablemos de las soluciones, porque esto es muy importante-porque nosotros, los sacerdotes, debemos dar soluciones. Viene alguien y te cuenta sus problemas de familia y yo le digo: “Cuando el otro viene hacia ti y te pide y te demanda y sigue pidiendo- hay (así dio Dios) una solución dentro de ti.” Este es el gran regalo de los humanos: que no dependemos de las soluciones externas, de la solución del otro, sino que tenemos una solución dentro. Cuando el otro viene hacia ti, tú tienes la mayor oportunidad. Anticiparle, ofrecerle lo que él viene a recibir de ti como obligación y esto antes de que él venga hacia ti. Anticipar. Esta es la llave secreta del matrimonio. Anticipar tú como hombre y tú como mujer y entonces ya has destruido ese instinto del cual hablaba, de la rutina. Pero esto significa estar muy vivo, muy despierto, conocer al otro, estar muy interesado, desearlo mucho-sino no puedes anticipar. ¡La anticipación!

Lo conquistas al otro dándole lo que él esperaba, lo que pensaba, lo que estaba preparando para tener, utilizando los instrumentos del “derecho”, ofreciéndole antes que él venga hacia ti para pedir. Eso es un gran talento y supone estar muy despierto, muy lúcido, tener consciencia de sí mismo…

– Supone también comprender, en sentido general, lo que representa la mujer y que ilusiones tiene la mujer, lo que representa el hombre y que ilusiones tiene el hombre. Pero, en sentido particular, supone sentir al otro- y yo creo que no puedes sentir al otro si tú no lo quieres verdaderamente y no te pones en su lugar en cada momento. Sentir que hay algunos movimientos en el alma del otro y correr para recibirlo, para darle paz y tranquilidad…

– Absolutamente. Pero para sentir todo esto, debes tener el órgano del sentimiento muy bueno, muy desarrollado, lo que no pasa muy a menudo.

– ¿Qué cree que deberían saber los jóvenes antes de casarse, pero se enteran después de hacerlo?

Pues, es lo que pasa con el monje que va al monasterio, que espera algo y encuentra totalmente otra cosa. Lo más importante es que deben prepararse y no se preparan. Yo les digo a los que se casan más tarde: “¿Estás preparado? ¿Te has preparado?” Las personas no se preparan para el matrimonio, porque esta preparación comienza muy temprano, se trata de cómo nace el espíritu del hombre y de la mujer-desde aquí deberían comenzar a prepararse. Si esto no pasa, entonces muchas otras cosas pasarán.

Concretamente, a los hombres les digo que sean extremadamente atentos al manejar sus impulsos sexuales antes de casarse. Muy atentos. Si no los controlan, en cualquier sentido de perversión- del onanismo o pornografía (estos son entrelazados) o de las relaciones sexuales-si no los controlan, es difícil recuperar la normalidad en su relación con su esposa. Esta es mi opinión. Y la mujer, además de ser virgen, debe tener cuidado y conservar también su pureza del alma. Y más que esto, ser realista, huir de la tentación de sus sueños, de la tentación de salir de la realidad.

 

“¡Lucha!”

– Decía que el hombre no debe dejarse atrapado en estas tentaciones del cuerpo, porque después le costaría tener una familia. Pero, a pesar de esto, muchos caen-¿cómo hacemos con ellos? ¿Cómo se puede curar el hombre?

– Después de que el hombre cae, su oportunidad es reconocer el hecho y ser consciente de que ha hecho algo malo. Esto es algo positivo. Esto es para que sepa que desde aquí provienen muchas disfunciones, y no debe culpar a su esposa. Saber que si él se casa con una mujer teniendo una tal herencia negativa, con el cansancio del cuerpo a través de la práctica del onanismo por muchos años, no debe ilusionarse que las cosas sean de color rosa en su familia, porque ya existe una perversión del espíritu- el espíritu está hecho para funcionar de una cierta manera y a través de esta perversión se regresa: hacia sí mismo. Y entonces, quien ha practicado el onanismo por años, cuando se casa, practica el onanismo con su esposa. No tiene una relación con ella. Y la mujer no acepta ser el objeto del hombre. Decimos a los cosas por su nombre, porque ocurren y las personas no quieren hablar de esto. Y además, las revistas de especialidad aprueban la práctica del onanismo. Pero yo creo que esta es una de las prácticas más dañinas, que destruye el alma. Y el alma está hecho para encontrarse con su pareja, para crearse a sí mismo. La autosatisfacción en cualquier sentido es suicida. En cualquier sentido-mental, corporal y de cualquier naturaleza.

Claro, los padres tienen un papel fundamental hasta cierta edad para asegurar la educación de sus hijos. Pero si el hijo descubre a los 10 años los sitios web pornográficos, es casi perdido. Es difícil creer que alguien lo puede corregir. Pero, en un momento dado, cuando él se da cuenta, empezará la lucha consigo mismo. Ser hombre es una cosa difícil. Hay que luchar- como dice Pablo: “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado”, en conformidad con Hebreos 12:4 – es necesaria una lucha permanente si quieres gozar al máximo de tu espíritu. Porque después nos quejamos que esto no funciona, que lo otro tampoco funciona, que la mujer no se siente bien contigo, que te ha dejado…Así pasa, lo asumes, eres responsable.

¿Por qué el hombre se confiesa por primera vez a los 7 años? Porque desde esta edad comienza a ser responsable por lo que hace y todo lo que añade a su carácter será el comienzo para vivir una buena vida o mala vida-y debe aprender esto. Porque si no siempre culpará a los demás. Pero él es el único responsable. Y yo les digo a los jóvenes que vienen y se confiesan: “!Ten cuidado!. Ahora nadie más te domina, ya no te controlan ni tu madre ni tu padre, ni la escuela-tú eres responsable. ¿Quieres tener una vida bonita, exitosa, como Dios manda? Cuídate. No cedas. Lucha.” “Es difícil, Padre…” “¡Lucha!” En particular los hombres, los chicos: “!Luchen!” El hombre se transforma en hombre cuando lucha.      Solamente así…

Pero el hombre se ilusiona que las responsabilidades están en otro lado. No. La responsabilidad es de cada uno, en cuanto a la calidad de vida personal y de vida de familia y, al último, en cuanto a la respuesta al Juicio Final. Todo esto es nuestra responsabilidad. Nos alegramos que tenemos vida, es una gran oportunidad-pero igual es la responsabilidad.

 

“El  hijo  es  una  gran  bendición.”

– ¿Cómo se debe prepar la familia para la llegada del primer hijo?

– Debe recibirlo primero. Debe recibirlo cuando Dios lo manda. Muy importante. Que no planifique mucho, al menos el primer hijo. Claro, sería bien no planificar a los otros tampoco, pero el primer hijo no lo deben planificar: cuando Dios lo manda. Porque es una gran bendición cuando el primer hijo llega, el primero, el “recién nacido”, como se dice, “es de Dios”, en conformidad con el Éxodo 34:19. Todos pueden confirmar esto. Yo ya lo he hecho: las familias que tienen un solo hijo, lo “pierden” de una manera u otra. Dios nos cuida de situaciones trágicas, porque he tenido casos. Muchos de los hijos únicos entran al monasterio y los padres se quedan muy frustrados por esto. Con otros pasan varias cosas, otros dramas, porque con ellos Dios tiene otro plan.

Y después, claro, lo más importante es preparar sus corazones para la llegada de la tercera persona. No es su propiedad, no es su bien para que lo manejen en futuro como quieren, no es el objeto de sus frustraciones. Esto es un gran problema. Han podido percatarse de que, desde cuando es pequeño, el niño sabe luchar para sí mismo, su lucha es para que lo tomen en cuenta y lo consideren una persona, que le hablen, que no lo manipulen. El hijo es una gran bendición, ayuda a la pareja también, porque ya no existe la tensión de dos, se va al tercero, quien es la expresión de la unión de pareja, porque ambos se unen en el hijo nacido.  Es una gran bendición. Desafortunadamente, ahora las mujeres dan muy poco a luz. El contexto también es muy importante. Las madres trabajan…

Todos están orgullosos con un solo hijo, otros son orgullosos con dos, incluso se creen sabios. Yo creo que no son sabios. Al menos con tres o cuatro, porque en este punto interviene el equilibrio entre los hermanos. Tenemos también el deber de preservar la especie humana, porque nosotros tenemos el regalo de la vida, somos llamados a dar vida. Son cosas mucho más profundas que nosotros pensamos, pero todo se pone en orden si el hombre toma consciencia de su posición en el mundo y de su vocación- hacia Dios, hacia sus prójimos y hacia el mundo entero.

– ¿Cuáles son los errores más importantes que los padres cometen al criar a sus hijos?

– Uno, que yo considero que es muy importante, es en sí mismo la crianza a base de un modelo que los hijos no lo perciben como exitoso en los padres.  Los padres vienen con un discurso teórico y en base a su autoridad parental, llaman a sus hijos a ser perfectos, pero ellos mismos no pueden serlo. Y esos hijos, hasta un cierto momento, aguantan, se someten, pero cuando tienen la oportunidad de huir de la autoridad de los padres, evaden y simplemente huyen.

Por eso, yo creo que hay una pedagogía más relajada, más sencilla y más adecuada. Los hijos deben ver que sus padres asumen sus errores. Claro, el hijo es confuso cuando ve a su padre que no es muy autoritario, pero según mi opinión, la presión de la autoridad de los padres es muy importante. Es fácil decir lo correcto, también es fácil decir lo que debes decir, pero si  el hijo se percata de que tú, como padre, no haces el mínimo necesario, el hijo entonces se confunde y en su mente dice: “Pero a mí, mi padre me pide que no haga esto, pero él hace todo lo malo: fuma, toma, no es atento, etc.” Esto provoca mucho desequilibrio.

 

“Yo sigo rezando  de la misma  manera  en que lo  hacía mi padre.…”

– ¿Cómo criar a un hijo en la iglesia no solamente formalmente, es decir no solamente traerlo a la Iglesia para recibir la hostia?

– Yo digo como era cuando a mí me llevaban a la iglesia-que me pareció la mejor institución. Yo sabía que mi madre y mi padre van a la iglesia cada domingo y se preparaban, se peinaban, se lavaban, rezaban y deseaban ir a la iglesia. Nosotros, los pequeños, no íbamos a la iglesia cada domingo-porque estábamos en el comunismo-pero íbamos a las fiestas más importantes. Nuestra abuela nos decía: “Por lo menos una persona de la casa tiene que ir a la iglesia.”

En general, el ejemplo, el modelo de humildad debe ser natural, no forzado. Y entonces el hijo se amolda según el modelo de sus padres. Si el padre va a la iglesia, el niño también irá. Como los padres se preparan para ir a la iglesia, así irá su hijo también. Como rezan los padres y en qué ambiente viven, todo esto le influenciará de igual manera. Yo sigo rezando de la misma manera en que lo hacía mi padre antes de ir a dormir. Si no hago esto, siento que pierdo algo vital. Y era muy simple. Hacía el signo de la cruz infinitamente delante de su cama, así que estoy de acuerdo con mi padre- que Dios lo bendiga y que descanse en paz, junto con mi madre…

– Creo que aquí hay una diferencia que debemos tomar en cuenta: muchas veces los padres solamente imitan el modelo, dan clases y el niño los sorprende dando clases. El problema no es hacer para que tus hijos te vean, sino hacerlo para que Dios te vea.

– ¡Absolutamente! El hijo es el más fino barómetro de lo natural. No lo puedes engañar. El hijo sabe qué haces las cosas para ser observado, que eres falso. Por eso decía yo que he sido el testigo de las cosas hechas naturalmente, como la respiración. Así como respiramos, así debemos recibir a Dios, naturalmente.

No me parece necesario el exceso de explicaciones, tampoco el de enseñanzas. Pero hay otro aspecto-claro, esto es otro largo asunto-me parece que los padres de nuestros tiempos, bajo una presión de modelo, transmiten mucha información al hijo. Y esto se transforma en una presión completamente dañina. Los hijos maduran antes de tiempo, tienen responsabilidades para demasiadas cosas y reaccionan con el rechazo.

Yo así hice: les he dejado rezar en casa y el hijo pequeño que venga solito-y viene. Que no tenga presión. Pero que haya oración. Porque si hay oración, el Espíritu Santo desciende en la casa y la bendice. El primer bendecido es el hijo, él es más sensible hacia lo espiritual.

 

“Esta es  la  mejor  manera  de enriquecerse  espiritualmente.”

– Hay otro problema más: hay madres que cada domingo vienen con el hijo a la iglesia para que sus hijos reciban la hostia, y como tienen un hijo o dos, apenas pueden aguantar la misa y tener tranquilidad. Y me pregunto: ¿no sería mejor para el hijo que la madre pueda ella primero recibir la hostia, según sus posibilidades, fortalecerse y dejar a los hijos de vez en cuando en la casa, con sus abuelos o con el padre?

– Es un sacrificio de la madre. Es muy importante con que motivación, con que pensamientos, con que intenciones la madre lo hace. Existe aquí un riesgo de rutina: “Que el hijo reciba la hostia-lo más importante.” Debes saber porque lo haces recibir la hostia. Debes asumir este sacrificio. Si la mujer asume el sacrificio de criar a un hijo, entonces esta es la mejor modalidad de enriquecerse espiritualmente- si cría a su hijo con sacrificio.

Porque el sacrificio y el dolor son las modalidades más adecuadas para que el hombre pueda madurar. Pero si el hombre los rechaza y los considera una cruz, entonces no recogerá  esos frutos.

Claro, es bienvenida la atención del esposo, durante la misa, que lo tenga cargado al hijo de vez en cuando para que la madre pueda respirar un poco. Pero la madre normalmente cría al hijo y tiene disponibilidad y sacrificio fantástico para ello-porque puede ser más despierta en la iglesia debido al llanto del hijo que sin el hijo, cuando podría estar tentada por los pensamientos.

Al final, si tenemos que sacar una conclusión, la responsabilidad primaria, primordial, fundamental del éxito en familia es el hombre-porque él tiene la vocación de cabeza. Es decir quien domina es el responsable.

Yo creo mucho en esto y para finalizar con la primera pregunta, si hay una crisis de la familia , entonces hay una crisis del hombre también.  Y si existe un cambio benéfico en la familia, este se debe, evidentemente, a la recuperación de la vocación del hombre y de su trabajo específico.

 

 

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